Caminaba agarrada al brazo de aquel desconocido por calles desconocidas para mí en mi mente sonaba https://youtu.be/0adwx5hDcVs sentía su calor y olía su perfume como a madera y cuero mezclado con el suyo propio, olía a hombre, estaba absorta, no notaba ni la suave brisa de la mañana, ni era capaz de ver… Nos cruzábamos con gente y yo parecía traspasarlos, me movía al ritmo cadencioso de aquella música que se había instalado en mi cabeza, parecía flotar. Caminamos, no sé si mucho o poco y de pronto todo se detuvo. Habíamos llegado. No podía ser… me habría pasado así, agarrada de su brazo toda la vida y sin embargo solo pude articular una palabra… “Gracias”. Lo vi soltar mi maleta y girarse, en décimas de segundo reaccione y pude decir dos palabras más. ¿Te vas?... El se volvió lentamente y me miró a los ojos, en su brillo percibía la ilusión renovada y quizás algo de picardía… Lindo “Gallego” pensé. Entramos en el hotel y era maravilloso dejarme llevar… pero llevar en todos los sentidos. Ni la frialdad de los trámites de recepción, fueron capaces de aplacar el fuego que se había despertado en mi cuerpo . El ascensor se detuvo en el segundo piso , caminamos por el pasillo y le ofrecí la llave y él abrió presuroso, arrastrando mi maleta hasta el fondo cerca de una ventana y la dejó allí. Aquella habitación era como yo, me habría podido mimetizar en sus tonalidades, y temerosa de que así fuera y lo seguí, pegada a él para que me encontrara cuanto antes. Al volverse se encontró con mis ojos que miraban los suyos queriendo hablar , expresar, demandar, pedir... no hizo falta romper el momento con palabras, creo que hasta lo sentí estremecerse, me sentía débil y poderosa a la vez. Alargue mi mano hacia su cara acariciándola suavemente, aquella barba incipiente que pujaba por salir y con mis dos manos ya en su cara, dibujándola, palmandola como los ciegos, me sentía conmovida, me puse de puntillas y mis labios rozaron suavemente los suyos. Fue un beso sutil pero sentí miles de escalofríos a la vez como si el mundo diera vueltas conmigo sujeta por una mano. Él acarició mi cuello bajando despacio, sutil, pero a la vez impetuoso hacia mis hombros sacándome la chaqueta. Enloquecida,( quizás sea esa la palabra justa) mordía sus carnosos labios una y otra vez sin dejar de mirarle a los ojos, que cerraba intentando sujetar aquella explosión de deseo que nos invadía. Mientras yo ya había traspasado sus labios y mi lengua se enredaba con la suya en un juego de pasión, sensibilidad y deseo. El tomo la iniciativa, imperativo me volteo y me tuvo a su merced y yo me abandoné al placer de sentirme mujer entre sus brazos. No sé en qué momento comenzó a acariciarme el pecho, a deleitarse en mis pezones que para entonces estaban completamente erizados. Mis rodillas empezaron a fallar y tuve que ir buscando apoyo (siempre enredada en su cuerpo y en sus labios) a un mueblecillo esquinado , debía ser una especie de bar, al apoyarme presione un botón que resulto ser hilo musical… La música, mi música, solo me faltaba ella, lo gire y sonaron varias melodías, sonó https://youtu.be/DJ9Ar4SUSi4 Y decidí dejarla allí y mientras sonaba tampoco podía hacer mucho más, el estaba mordisqueando mi pezones mientras apretaba mis pechos entre sus manos la excitación de ambos era tan evidente y tan extrañamente conocida, era como si nuestros cuerpos ya se conocieran. Comencé a desabrocharle la camisa deleitándome en cada botón, solo por ver como se iba impacientando y excitándose cada vez mas dominándolo solo por un momento y comenzó a sonar https://youtu.be/MMUU9lM3hs4?list=RDMMUU9lM3hs4 Arrancándome una sonrisa mientras mis manos se perdían en su torso ya desnudo, era como un Apolo y era mío o mejor yo iba ser suya . Deseaba que él me llevará a surcar en velero los mares de china…quería que fuera mi capitán…